Si hace unos meses se lo cuentan, a día de hoy todavía se estaría riendo. Joan Barber será el enésimo menorquín en Segunda B a raíz de una oportunidad de ensueño que le ha brindado el Sporting Mahonés y que el centro campista se ha ganado a pulso. Barber, afincado en los últimos años en Barcelona, ha pasado en meses de jugar en una liga que no está federada a prepararse para su desembarco en la categoría de bronce del fútbol español. “Estoy cumpliendo mis objetivos día a día, aprendo muchísimo en cada entrenamiento”, explica el alaiorense de 28 años.

Tras dejar el Alaior por motivos laborales hace unas temporadas la vida le ha devuelto a Menorca donde a raíz de un comentario empezó una gran aventura. “Un comentario que hice llegó a oídos de un directivo del Sporting que le habló muy bien de mi a Mati Borsot y éste apostó por mi sin conocerme y casi con los ojos cerrados” adelanta Barber, un joven tranquilo y con sobrada calidad técnica. Empezó a entrenar el 11 de julio y a base de sudor ha conseguido convencer al club y, lo más importante, a Luís Elcacho, que se ha mostrado ilusionado con el jugador. “Estoy muy satisfecho y a la vez agradecido, tengo ante mi una gran oportunidad pero ahora hay que luchar por estar en el once no sólo en un partido”, admite.

Para Joan Barber no hay un objetivo a largo plazo sino que se trata del día a día. “A cada entrenamiento que pasa aprendo más cosas, estoy en un gran club y en un gran equipo”, se deshace en elogios hacia sus compañeros de equipo y su nuevo entrenador. “Es un alivio ver que cuando trabajas tanto ves recompensado tu esfuerzo”. Esa recompensa será el debut en Segunda B con una plantilla, la blanquiazul, que despierta ilusión en sus primeras citas.

Con todo, Barber es consciente de que su llegada a Bintaufa ha venido dada por una serie de circunstancias que debe aprovechar. “El mercado está muy parado, el Sporting buscaba jugadores de aquí y la situación económica también ha influido”. Pero ahora ya nada de eso importa, a este mediopunta se le ha abierto, de golpe, una puerta a la que muchos otros llaman incansablemente durante años y ahora es consciente de que debe aprovecharlo.

Diario de Menorca